jueves, 29 de abril de 2010

Autocaricatura goethiana. Colección Familia d'Ors (P). Madrid.


Autocaricatura Espejo de papel, 31 julio de 1928. Colección Grupo Integral. Madrid.


Dibujo publicado en "Estampa", 31-7-1928 en el artículo "Espejos de papel", firmado por José López Rubio:
Espejos de papel.
Baroja, "Azorín", Pérez de Ayala. Gómez de la Serna y Eugenio d'Ors hacen sus caricaturas.
José López Rubio hace la siguiente descripción de este dibujo:
Eugenio d'Ors se dibujó a lápiz, fácil, resueltamente. No ha vacilado ante el papel, ni le ha temblado la mano. Se sabe a sí mismo o, al menos, se supone o se quiere. No retoca, ni repasa, ni corrige. Una rara seguridad, no rara en él, le anima. Lo que se ha propuesto dibujar. está ahí, simplemente.
Más dibujo, pero también más coquetería. Ese cuello subido es un recurso fácil y alevoso.
Si D'Ors hubiese tratado de buscar su parecido exacto, diríamos entonces que se le ha escapado. Pero se ve que el parecido exacto no le preocupa y que se entrega a un parecido relativo y convencional. Convencional, pero parecido. Donde menos se espera, está el parecido. Tenía que estar en algún sitio.
Las cejas, los ojos y la nariz, y también el rizo que asoma de la sien derecha. Ahí está Eugenio d'Ors, tal cual es enteramente. Ese acierto capital, desligado del conjunto, se afirma más aún.
La línea de la mejilla y la boca son falsas, como lo hubiera sido la que se nos hurtas con esa solapa subida. Pero el indiscutible acierto de ese conjunto que hacen ojos, nariz, cejas y rizos, la justa dosificación, la precisión matemática que la más leve variación hubiese frustrado, defienden plenamente el parecido que se dispersa por los lados.
Hasta las ojeras, que pudieran parecer inútiles, sirven para dar sombra a los ojos, debajo de las grandes cejas de Xènius.
Autocaricatura concéntrica y centrífuga. autocaricatura polar en la que cada latitud es un alejamiento.
La verdad es siempre la verdad, y puede más que lo que no es la verdad.
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